Con algo de retraso nos volvemos a poner en comunicación con ustedes para seguir compartiendo noticias de nuestro itinerario formativo en el curso de renovación.
Queremos compartir lo que han sido para nosotras los últimos días del año 2013. En ellos terminamos el bloque de Conocimiento personal e integración del grupo con la realización de un proyecto comunitario para este tiempo. Fuimos dos pequeñas comunidades con nombres propios e identificadas, que buscaban para este tiempo las claves que nos ayudasen a vivir más profundamente en fraternidad.
Pero estos días también fueron momento de compartir con otras comunidades de la Provincia Norte de España. La comunidad de la Residencia nos invitó a merendar y después a visitar en colegio de Loreto donde muchas de ellas trabajan. Un divertido paseo en Metro, lleno de risas y más tarde por la ciudad, un Madrid iluminado por Navidad que nos hizo disfrutar a todas.
El día 29 de diciembre nos esperaba un precioso viaje a Ávila que tuvo la mejor de las preparaciones con las palabras de las Hermanas Kity y Vega. Ellas nos acercaron a lo que es la santidad en nuestros fundadores y a través de la mirada y vivencia de Santa Teresa. Con este bello preámbulo, pasear por la ciudad de Ávila, con sus murallas, sus rincones, la visita al monasterio de la Encarnación se transformaron en momentos inolvidables en los que revivíamos la vida de Santa Teresa y a la vez el sueño de santidad de Marcelo y Celia para sus “esclavas“.
Seguido y precedido por un buen madrugón comenzamos nuestros días en Málaga. El mismo día que llegamos aprovechamos para conocer Pedregalejo, a algunas les recordó a sus tierras ecuatorianas y angoleñas. En la noche algunas nos atrevimos a pasear por el puerto y después disfrutar de las luces de la calle Larios.
Al día siguiente, 31 de diciembre, vivimos el retiro de fin de año que para todas fue oportunidad y paso del Señor. Disfrutar de orar frente a un mar que nos llevaba a Dios se convirtió en regalo.
Después de compartir juntas la oración, compartimos una estupenda cena en el colegio y las tradicionales uvas españolas. Nos quedaban fuerzas para recibir los primeros días del año viendo los fuegos artificiales de Málaga y bailando entre risas gracias a nuestra magnífica comisión de festejos. La fiesta no se alargó demasiado porque el 1 de enero nos esperaba con nuevos temas y debíamos guardar fuerzas para la siguiente invitación del curso, profundizar en nuestra consagración.